Sunday, June 13, 2010
¡Nicodemismo!
Algunos notables, de esos que nos gastamos por todas partes y que nos dan pautas a seguir sobre cómo se debe defender la democracia en el continente americano; de esos que no se sabe si son empresarios o políticos; o políticos empresarios o empresarios políticos, están considerando seriamente en importar a Nicaragua a Antamas Mockus, le comenta alarmado Margarito a Javier Isidoro.
–Hemos llegado al colmo, Javier Isidoro: que en vista que los principales cabecillas de los llamados partidos políticos se han confundido tanto con el poder para defender sus intereses personales, que ellos mismos se rechazan entre sí. No representan una alternativa real para suceder al gobierno del presidente Ortega. Es por esta razón que un grupo, que dicen llamarse “Ilustrísimos”, han considerado hacerle este ofrecimiento a Mockus –que ha demostrado en el ejercicio de los cargos públicos de lo que carece la oposición “prebendaria” de Nicaragua– que es de honestidad, sensibilidad social y transparencia.
–La verdad, Margarito, que aunque esto huele a broma, ojalá fuese cierto. Ya que estos auto-llamados líderes, lo único que han perseguido es defender sus propios intereses y los de sus compinches.
–Me parece, Javier Isidoro, que vos no estás siguiendo los últimos acontecimientos que han ocurrido en estas semanas; y es que tenemos, en el panorama político, a un nuevo partido político y a dos briosos diputados; y esto nos garantiza que la oposición se va a enderezar y es un camino de esperanza, de un nuevo amanecer. Uno de estos diputados llegó golpeando la mesa como con actitud mesiánica.
–Ahora si tengo que reírme, Margarito, por lo que decís; que llegó golpeando la mesa, ya que eso representa la maña vieja de esta oposición: que tienen en común las lenguas viperinas; y cuyas acciones son paralíticas. Recuerda, y nunca lo olvides, que, en nombre de la democracia se repartían el dinero del pueblo por arriba y debajo de la mesa. Y. tal vez, el diputado pensó que, por un milagro, había quedado algo debajo de la mesa… y dándole una golpeadita, o un par de patadas, se podían desprender algunos billetitos "democráticos". Te quiero hacer una pregunta, Margarito, con toda sinceridad: ¿vos me podés decir cuál es la diferencia entre el gobierno de Ortega y la oposición?
–No te puedo contestar pues, a decir verdad, estoy confundido, ya que veo a representantes de la empresa privada muy contentos con el gobierno (aunque guardando ciertas apariencias), pero lo fundamental es hacer negocios y lo demás sale sobrando...”pudo más el interés que el amor que te tenía”. Y los medios de comunicación nos han dicho que la democracia está íntimamente ligada a la libertad de empresa (o algo así). Es como si la democracia fuera el brazo político de las empresas, pero eso parece que era en otras épocas, ya que ahora la democracia está en manos de las empresas. Resumiendo, podría decirse que la democracia nuestra es el poder del pueblo empresario; ya que el resto no tiene la capacidad para gobernar; y se le da la oportunidad de que hable en las urnas: es un hablar silencioso ya que tampoco se expresa con claridad. Siempre hay un resto, aunque este resto sea mayoritario, sujeto a las decisiones de quienes piensan por ellos.
–Lo que me dices, Margarito, tiene bastante de razonable. Pero yo no había pensado en esa definición de la democracia. Yo siempre he dicho que es el poder del pueblo pero vos le agregaste: “del pueblo empresario”. Yo lo que estaba analizando es que en la oposición se maneja otro tipo de criterios para enseñar que están en contra del gobierno, pero, para ellos, todo está bien en cuanto a estructuras de poder. Lo que ellos reclaman es ser ellos los directores. Como que han nacido para gobernar, pero sentados en bases de corrupción. Y esto te lo voy a tratar de explicar: para la oposición (de valores falsos), de simulación y prebendaría, la composición de la CSJ está en perfecto orden en cuanto a la cantidad excesiva de magistrados –para un país con los índices de pobreza de Nicaragua–, Lo que reclaman es tener a sus fichas. Pero para seguir lesionando al pueblo con salarios y privilegios que son inaceptables. No les interesa en lo más mínimo el futuro del país, ya que como vos dijiste, Margarito, el pueblo son ellos: el resto de la población que llene plazas y que se rebusque el plato de comida. Lo mismo ocurre con los otros poderes del estado y con la misma Asamblea Nacional. Eso en cuanto a todos sus privilegios, que hieren la conciencia de la Nación. Pero en cuanto a temas como la educación, a salud, el salario mínimo, la vivienda, la supresión y violación de los derechos humanos de las mujeres –que son empujadas a la muerte al negárseles la oportunidad de practicar un aborto terapéutico– en todo esto, los encontramos como cómplices por comisión u omisión.
–Sin embargo, Javier Isidoro, hemos visto una sentencia del Consejo Supremo Electoral que despierta la confianza del pueblo en cuanto a la Justicia se refiere; y esto parece un viraje de timón, al devolverle la diputación a quien se la habían suprimido. Al menos en nuestro panorama hay un rayo de esperanza.
–Estoy en desacuerdo con vos, Margarito, esta sentencia es marca Orbaneja: de aquel pintor que, al terminar de pintar, le ponía un rótulo que decía "este es un gallo" para que no pensaran que era un ratón. Esto mismo hicieron quienes elaboraron esta sentencia. Le pusieron, después de los considerando, "esto es un acto de Justicia", para que la población no se confundiera, ya que, no te olvides, que la pobreza del pueblo es su riqueza; porque a él van dirigidas las proclamas: “aquí al pan se llama vino y el vino pan”.
– ¿Y qué piensas, Javier Isidoro, de tantos religiosos metidos en la politiquería partidista?
–Este es otro tema que hay que analizarlo detenidamente; ya que tanto el gobierno como los aspirantes a ser gobierno, cuentan con las bendiciones celestiales, que son dirigidas por todas las denominaciones. Es como que este dios –al que claman fuera más que trino– y de tanto usarlo lo van a convertir en un dios ateo, –apariencias de apariencias, sombras de sombras–.
–Te debo confesar, Margarito, que, en un principio, yo pensé que esta participación de tantos ángeles de luz se debía a la plaga que se ha desatado en todo el país, donde se han multiplicado las lechuzas y los murciélagos: que viven de noche y actúan en completo secretismo. Nuestros políticos han recibido las lecciones del Evangelio y han imitado a Nicodemo, que simboliza el secretismo a puerta cerrada; amarres de todo tipo, desprecio al pueblo, acuerdos de nación a espaldas de la nación, negocios a la sombra del gobierno; prebendas y más prebendas. Se ha institucionalizado el Nicodemismo con la protección de quienes representan, celosamente, el patrimonio del crucifijo: ¡Arca de la alianza ruega por nosotros!
Me vas a disculpar, Javier Isidoro, pero me parece esto como una plaga de moscas que se posan sobre algún cadáver, que bien puede ser la decencia nacional, ya que la Constitución nació muerta y putrefacta, obedeciendo a intereses políticos sucios y mezquinos.
–Ahora que hablas de moscas, Margarito: vos sabes que éstas pican, manchan y hacen ruido. Te voy a narrar una fábula sobre la mosca, pero, por favor, Margarito, presta atención y no te traslades a Nicaragua antes de escucharla toda. Dice así: “Cuando un religioso, sea pastor, sea cura; en fin, sea predicador de la Biblia, tiene una iglesia, un templo, y se entrega a ella con ambición y avaricia; preocupado por conservar y aumentar los bienes temporales: entonces tiene una mosca que pica. Cuando vive con lujuria como consecuencia de los beneficios, entonces tiene una mosca que mancha. Cuando tiene mucha pompa y se encuentra rodeado de serviles, producto todo ello de las ganancias, entonces tiene una mosca que hace ruido. Al final, viene el viento soplando y se lo lleva todo.(Estrella matutina, ¡Ruega por nosotros!).
En esta conversación, tan amistosa y animada, se encontraban Margarito y Javier Isidoro cuando se aparece Mr. Charles Snob y pregunta: “bueno, vamos a ver, ¿de qué se trata la conversación del día de hoy?
–Estamos hablando de diferentes temas –le dice Margarito– y sobre algunos temas bíblicos como que en Nicaragua vivimos en un Nicodemismo, porque todo se realiza en silencio y bajo un absoluto secretismo. También de la participación de muchos religiosos en la política criolla.
–Con el perdón de ustedes –dice Mr. Snob– pero yo creo que están tergiversando el Evangelio para ponerlo al servicio de minucias, de sus ínfimos intereses. Nicodemo no era un personaje oscuro y ambicioso: era un principal, un hombre de conocimientos, que al buscar, al hacer preguntas a solas, no quería confundir al pueblo con sus inquietudes ni con las respuestas que iba a recibir En otras palabras, estamos ante un hombre con un profundo amor por su pueblo, que buscaba claridad para mejor gobernar.
–Lo que estás diciendo, Charles, es que si ya el pueblo estaba agobiado con sus problemas económicos, es injusto darle más cargas con cuestiones que los más preparados pueden decidir por ellos: ¿podríamos decir algo así como una democracia representativa?
–Eso precisamente ocurrió con Nicodemo, por eso es mejor que lean bien antes de ponerse a opinar sobre algunos temas que los pueden confundir. Yo que ahora estoy en la alta política de la Florida y mantengo reuniones con grandes banqueros y personajes influyentes, les puedo afirmar que comprendo a muchos religiosos que se esfuerzan por convertir este valle de lágrimas en un paraíso terrenal y se declaran fieles al Evangelio: "por tanto debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses". Por eso no se extrañen de ver a tantos banqueros participando a puertas cerradas, buscando como acrecentar su capital, y, a los clérigos, cuidando el patrimonio del crucifijo.
– ¡Hombre!, Charles, que bien recitas algunos versículos de la Biblia. ¿Lo que debo interpretar es que cuando piden a diario: “venga a nosotros tu reino”, es rogando que nunca llegue; ya que es mejor lo viejo conocido que lo nuevo por conocer; y con tantas plegarias se corre el riesgo de que el cielo esté superpoblado; y solo quede espacio en lugares menos agradables?
–Ya lo dijiste, Javier Isidoro, es cuestión de interpretación. Y a vos, Margarito: recuerda que es bueno hacer ayuno de vez en cuando para buscar la salvación, aunque hay quienes afirman que este ayuno es mejor de conocimientos; para vivir sin cargas y que otros piensen por ustedes. Así que por hoy sólo puedo decir: Torre de David consolida nuestro poder terrenal y ¡Ruega por nosotros!
–Que te vaya bien– le dice Margarito– y yo que vivo en ayuno y afligido sólo puedo agregar: Consuelo de los afligidos, ¡Ruega por nosotros!
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