Sunday, September 26, 2010
¡Un bálsamo y un ramo de rosas!
El pobre Margarito, que sigue caminando con su condecoración en el pecho (su residencia) por temor a ser agredido en nombre de los derechos humanos, trae entre sus manos una carta y le dice a Javier Isidoro:”Aquí nos manda Charles esta nota ya que no puede reunirse con nosotros por sus responsabilidades políticas”.
La nota dice: “Hola, espero que estén pasándola bien y haciendo sus cuentecitos. Yo no he podido reunirme con ustedes por estar dedicado en alma, vida y corazón a los asuntos políticos que como saben, o al menos lo deben suponer, afectan el destino de todos los ciudadanos. No es tiempo ni de cuentos ni de cuentecitos, es la hora suprema de abrirles los ojos a tantos ilusos que se imaginan que en esta vida hay algo gratis cuando la realidad nos enseña que nada es gratis. El primer triunfo que estamos celebrando los hombres pragmáticos como yo es la derrota que le propinamos al “Dream Act”. Este no debe ser la prioridad de quienes estamos preocupados por el futuro de nuestros tataranietos que un día no muy lejano entrarán a formar parte de nuestro paraíso terrenal. Esto sí es preocupación de todo verdadero y legítimo patriota. Además, vuelvo y les repito que en esta vida nada es gratis y los que han apoyado este proyecto perseguían algún fin político y nosotros juramos que no les permitiremos más atentados contra nuestra democracia. Debo confesarles también que no nos hemos rendido referente a la reforma de salud. Estamos ideando de qué manera le restamos efectividad ya que es una flagrante violación de los derechos humanos puesto que nadie puede ser obligado a tener un seguro. Hay que respetar a las personas que prefieren alistar sin contratiempos su equipaje y no estar atrasando el viaje a su destino. Tanta preocupación por los que nada tienen (ni salud, ni dinero) es profundamente sospecho y les ratifico una vez más que nada es gratis. Hay otros temas que quisiera comentarles pero ante el temor que no los puedan asimilar o digerir se los voy a comentar personalmente la próxima semana, ¡ah! se me olvidaba decirles que ayer estuve celebrando la decisión de nuestros comisionados que siendo verdaderos y sacrificados demócratas, demócratas de copete, no se han dejado intimidar por los reclamos del pueblo, del pueblo común y corriente. Se abrazaron como verdaderos apóstoles de la libertad y de la justicia a la defensa de nuestros servidores públicos que a gritos pedían aumentos de salario y en nombre de la democracia aumentaron los impuestos y aumentaron los salarios. Como les vengo diciendo estos servidores especiales del gobierno tienen que ganar por su trabajo y representan intereses especiales y nada es gratis. Bueno, muchachos de ayer, nos vemos pronto y les tengo unos cuentecitos para cuando el tiempo me permita poder reunirme nuevamente con ustedes, Charles Snob”
“¿Qué te parece Javier estas ideas de Charles?” “Me parece excelente que exprese lo que piensa, eso es la libre expresión del pensamiento y de la misma forma le expresaremos las nuestras en cuanto nos reunamos. Te voy a narrar un cuento que me lo dijo un amigo el fin de semana pasado –continúa Margarito–parece que es nuevecito y parece que es añejo:
‘¿Dices compadre que están invitando a una reunión importante con Don Filemón?’ ‘Sí, compadrito y se rumora que es de gran importancia para nosotros los campesinos ya toda la gente de la finca Los Onésimos y las comarcas de los alrededores están listas para asistir. Parece que soplan nuevos vientos, es como un asunto de vida o muerte’. Así llega el gran día y se aparece Don Filemón rodeado de amigos y servidores y con grandes rollos de papel, parecen escrituras, quizás testamentos, son papeles y más papeles. ‘Amigos campesinos, vengo a esta finca de los Onésimos a traerles un mensaje de esperanza y ustedes bien saben que mis amigos y yo no somos vendedores de esperanzas, somos hombres preocupados por sacar adelante a nuestro país y dispuestos a luchar para que ustedes sigan gozando de una verdadera libertad. Traigo, traemos para compartir con nuestros hermanos campesinos varios artículos o editoriales que nos imaginamos ustedes no han podido saborear’. ‘Perdón, patrón, pero el problema es que nosotros no sabemos leer y los que lo hacen a medias no entienden muchas palabras y los que lo hacen mejor no pueden dejar de comprar la tortilla y la cuajada por un pedazo de papel, así que usted, Don Filemón, creo que puede entendernos’ termina diciendo Onésimo. Por tradición y por generaciones, los campesinos le ponían el nombre de la finca a sus hijos y estos repetían la costumbre de tal manera que la finca estaba llena de Onésimos. Estos a su vez, llamaban a todos los patrones Filemón y se referían a ellos como los Filemones. Son cosas de nuestros pueblos, tal vez picardía o tal vez ahorro de nombres, sabrá Dios. ‘Entiendo, claro que entiendo mis entrañables amigos campesinos, por eso ando en peregrinaje para ponerlos al día de lo que pasa en nuestra patria y para que conozcan los pensamientos de nuestros patriotas. Nosotros hemos denunciado ante la opinión pública nacional e internacional el peligro que corren nuestras libertades en nuestra Nicaragua y hemos exigido que todos hagan causa común para evitar el peligro que nos acecha. También hemos exigido que ustedes los campesinos hagan también un solo frente. Pero para evitar malos entendidos quiero leerles la esencia de un editorial y es que los miembros de la empresa privada no pueden perder su identidad y desvirtuar sus funciones que es la de mantener una economía fuerte en casamiento de amor y de intereses con el gobierno. Por lo tanto ellos están exentos como institución de tomar posiciones partidarias. Todo esto nosotros lo entendemos y lo apoyamos, tenemos que defender nuestros negocios y teniendo saludable nuestra economía estaremos en virtud de nuestras armas corteses en capacidad de defender la libertad de ustedes, hermanos campesinos, que se encuentra en peligro de muerte–o de resurrección, piensa Don Filemón–Traten de calmarse que pronto terminamos . Solo quiero que mediten el gran sacrificio que estamos haciendo nosotros que es algo así como ir cabalgando a lomo de un tigre para mantener nuestros privilegios que son la garantía de la libertad de ustedes’...
Uno de los Onésimos que de esclavo solo tiene el nombre, le grita ‘ojalá terminen dentro del tigre’–se alborota la gente y comienzan gritos de todos los colores, de somocistas, de sandinistas, colores rojos y rojos y negros, que se vaya, que se vayan, esos lo que representan es a los ¡Mercaderes de Nicaragua! ‘Antes de retirarnos solamente quiero comentarles un editorial que genialmente fue titulado nada es gratis y es que los pueblos, los más necesitados, corren el peligro de ser sometidos a esclavitud cuando les dan el maíz de gratis y los chanchos de monte son poco a poco dirigidos dentro de una cerca y así pierden su libertad, cuando se acostumbran a las dádivas y otras regalías. Todo eso lo llevan a cabo resentidos sociales que nos pueden llevar a la ruina... ¡Nada es gratis! ’Quiere decir que nosotros somos chanchos de monte’– grita otro con el ánimo ya caldeado–‘Calma, calma–empiezan a gritar los Filemones –nosotros lo que traemos en estos artículos es un bálsamo para que los cerdos vuelvan a ser hombres de dignidad’. ’ ¡Un bálsamo!– Lo interrumpen’ y otro alarido, ¿como los Mercaderes? ‘Recuerden, no pierdan su libertad, ahora ustedes pueden cambiar cuando quieran de finca y nada ni nadie les dice nada, pueden ir a la finca vecina La Codicia, pueden ir si quieren con toda libertad a la de La Soberbia o pueden ir a la de La Gula y...Otra voz que dice ‘ya no queremos más mentiras de ustedes los Filemones y de su nuevo partido...basta...basta a nosotros nos llaman chanchos de monte por vivir en pobreza y necesitar del pan de cada día, pero es peor, mil veces peor hacerse el chancho por ambiciones económicas o de poder. ¡La honestidad y la cochinada son relativas!¡Muchas palabras y pocas nueces!’ Para tratar de que la fiesta termine en paz se adelanta el programa y los más serviciales tienen un representante que se levanta con un ramo de rosas para entregárselo a los Filemones, pero alguien le había entregado a este servil una notita para que se la entregara a Don Filemón y a los demás Filemones...Nuestro hermano Onésimo procede a entregar un hermoso ramo de rosas...cuando Don Filemón ve la notita empieza a leer y a medida que leía se le saltaban los ojos de rabia y es que la nota decía: ‘Este ramo de rosas es para que ustedes los que se hacen los chanchos o los asnos se lo coman completo y se vuelvan hombres, con editoriales como los que usted ha leído parece que fueran los estatutos de un partido de narcisos, un partido de chamarros, de incontaminados, de inmaculados, representantes de la democracia de los puros, cuando aquí en nuestro país nadie, absolutamente nadie examinado de dentro a fuera, puede llamarse inocente...parecen barricadas de insolencia y de desprecio a los más humildes. ¡Un ramo de rosas para que se lo coman!’ ‘¿Qué dice la notita?– preguntaban algunos curiosos que aunque la tuvieran de frente nunca lo hubieran sabido– ¿qué dice Don Filemón?’ ‘Mis amigos campesinos, alguien que quiere el bienestar de la patria me pide en esta nota amistosa que les solicite a los miembros de la prensa que se constituyan en partido político y que se llamen el partido blanco como símbolo de pureza y de inocencia ¡El partido de los puros! ‘–aplausos, aplausos, vivas, vivas– un nuevo partido que no cuente entre sus miembros a nadie que en los últimos ochenta años haya tenido participación en la vida política de la nación’... ‘¡Qué,qué dice!–se oye a alguien exclamar–¡ese será un partido de fantasmas o de ángeles o de demonios!’
Hasta aquí este cuentecito termina diciendo Margarito...”
Sunday, September 12, 2010
¡Un decreto de comedia y una vergüenza publica!
“HolaJavier Isidoro, por falta de tiempo te narro un pequeño cuento ahora mismo “–dice Margarito.
‘¡Ahora sí! Ya no hay nada más que hacer, si hasta el día de hoy el paludismo ha sido nuestro compañero inseparable por las arremetidas violentas e insaciables de estos mosquitos como verdaderas excelencias, imaginate ahora que tenemos una verdadera Excelencia.– le dice el mandador de la finca tira la piedra y esconde la mano a su compañera de vida, la siempre hacendosa, la bonachona, la Pancha– ‘Yo sé Panchito que las excelencias nos han chupado la sangre por los siglos de los siglos pero ya llegará el día que alguien enviado del más allá se compadezca de nosotros y las fumigue de una vez y por todas.’ Estos campesinos, en su picardía, llamaban a los zancudos, excelencias...
‘Excelencia, por aquí no puede pasar, por ese lado hay muchas almas en pena tratando de saludarle y edir, pedir y pedir’ ‘Que maña la de esta gente–Hay que tener una reunión con los principales medios de prensa para que se inicie cuanto antes una campaña haciendo ver a este pueblo que nosotros estamos sacrificando nuestro tiempo(es decir dólares)para mejorar el nivel de vida de todos– dice pavoneándose su Excelencia–y decile a nuestros socios y amigos que tienen que decir que venimos a remangarnos las camisas y que nos apoyen en nuestra prioridad de gobierno, nuestro principio y fin que será comer chicharrones. Lo haremos gruñendo con alegría porque reduciendo esta población, menos sombras nos harán’. ‘No se preocupe Excelencia sus ideas serán recibidas con gran júbilo ya que todos estamos conscientes que usted es el sostén de la patria, diríamos los mismos cimientos dice uno de sus sacrificados secretarios o paniaguados lo que viene a ser lo mismo’.’ Fulanito acércate, te voy a decir algo muy privado –dice su Excelencia con una vocecita que parecía como un baño de pudor–vamos a pactar con los del Frente Sandinista para poder comer con toda tranquilidad el chicharrón que tanto le gusta a la gentecita y en esta empresa nos van acompañar nuestros honorables socios, nuestros amigos financieros y los forjadores de la opinión pública ya que es un compromiso de patria’...’Pero, pero, me parece, Excelencia, que esto hay que dorarlo bien ya que muchas personas que lo apoyaron no quieren nada con esta gente que han demostrado tener una vocación de perpetuidad que puede ser peligrosa para esta nuestra democracia. Democracia que tan excelentes ganancias ha proporcionado a tantos paladines; ¿no le parece Excelencia?’ ‘La verdad, vos no sabes nada de política, sos un muchacho, un bebé sin experiencia. Yo te puedo decir que al frente y a su secretario me los echo en la bolsa (ja ja ja), mañana mismo voy a iniciar mi plan y voy a declarar ante la opinión pública que Ortega es un verdadero estadista. (Je je je)’.
Así se inició un nuevo período de nuestra historia, se libró una lucha encarnizada que paralizó al gobierno de su Excelencia y él en su arrogancia se veía como el mejor presidente de la historia. ¡La mejor de las Excelencias! ‘Yo puedo hacer lo que me dé la gana– repetía –ya que el pueblo votó por mí, no por partido ni por programas, yo soy el único, el predestinado, el insustituible, soy una verdadera e indiscutible ¡Excelencia!’ ‘Dicen, Excelencia, que usted ha cometido un grave error en pactar con Ortega’ –le dijo alguien de los pocos que se atrevían a contradecirlo y ocupado en ese momento leyendo todos los periódicos que se desvivían en alabarlo contestó–‘Si de alguien yo soy plagiario es de Dios, no olvidemos que éste pactó con Satanás referente a Job ‘ Uno de los honorables serviles a su servicio exclamó con patriótico entusiasmo ‘usted es:¡Nuestro ángel de la guarda, nos enseña la senda de la verdad y es un bienhechor de la patria, viva su Excelencia!‘ En otra ocasión estaba reunido en consejo de ministros y escucha que vienen de la calle gritos y protestas y se asoma con cautela y logra ver algunos rótulos que decían: ¡Muerte a las excelencias! ¡Necesitamos salud! ¡Nos mata el paludismo! ¡No más excelencias!
Y aquí se produce un decreto para la historia. Se pone de pie y ordena a sus secretarios que copien y den a conocer el siguiente decreto:"El presidente de la República reunido en consejo de ministros suprime a partir del día de ayer el uso de "Excelentísimo" ya que nosotros somos solidarios con el pueblo y no chupamos sangre, comemos igual que todos, deliciosos chicharrones."-Un decreto de comedia.-(los presentes lanzaron gruñidos de felicidad)’La gente no se va Excelencia’,’ te dije que no menciones más esa palabra aunque el trato y la obediencia sigue siendo la misma, ¿entendiste chavalo?’ ‘Disculpe Don, pero el pueblo tiene serios problemas de salud y siguen protestando, ¿qué hacemos?’ ‘Llamen al encargado de salud y que les hable, ya deben estar más contentos después de mi decreto pues demuestra que todos somos iguales. (ja ja ja)’.
Silencio, silencio va a hacer uso de la palabra el secretario del ministro de salud, por favor guarden silencio. shh, shh, shh. ‘Querido pueblo la salud de ustedes es nuestra salud, sus preocupaciones son nuestras preocupaciones, sus gustos son nuestros gustos. Por eso y en honor al deseo del presidente nos hemos dado a la tarea patriótica de comer chicharrones en el desayuno, almuerzo y cena y en esta labor de solidaridad y de amor a la patria, nuestro ministro ha perdido una pieza dental y sus fauces martirizadas ya habían empezado a despedir un aliento de angustia. Por lo tanto para evitar esta vergüenza pública no podrá atender por hoy sus reclamos, pero les recuerda para su tranquilidad que por decreto se han eliminado todas las excelencias’...
La gente del pueblo que ya no tenía casi dentadura no aceptaba que por la falta de una pieza dental se cayera en vergüenza pública y tampoco entendía que por un simple decreto las excelencias iban a dejar de chupar sangre... ¡Una vergüenza pública! Hasta aquí este cuento,dice Margarito.Hasta pronto...
Monday, September 6, 2010
¡La legión de los logreros!
“En vista de que Charles no va poder reunirse con nosotros debido a sus compromisos electoreros te voy a narrar un sencillo y pequeño cuentecito –le dice Margarito a Javier Isidoro, –aunque estoy seguro que el cuento que nos traiga Charles después de todas sus danzas será más interesante y mucho más fresco...”
Reunidos en un restaurante se encuentran varios amigos disfrutando de un día de asueto de esta gran ciudad, de este gran país. El tema que se trataba con pasión era referente a lo que uno de ellos llamaba la legión de los caballeros por la defensa de la sociedad. Y así les decía: ‘nosotros nos debemos sentir orgullosos que uno de nuestro barrio, de nuestro mismo origen, de nuestra clase trabajadora, se encuentre en las alturas y tenga una responsabilidad tan grande como la de limpiar nuestra sociedad de quienes violan las leyes y se colocan al margen de ellas. Yo doy testimonio –continuaba diciendo –de la vida sacrificada de Don Pánfilo’. ‘Por Dios –levanta la voz Luis otro de los comensales –ese tal Pánfilo no es más que un vive bien a costillas de los más desgraciados de la sociedad, él es una pieza que sirve para llenar los baches del sistema y hacer creer que funciona casi a la perfección, justificar las astronómicas partidas presupuestarias que salen de los impuestos de los contribuyentes que día a día se hacen más insoportables. Su trabajo (por no decir maldad) consiste en la actitud perversa de contar dinero en casa del pobre, o hartarse frente al que tiene hambre y ofrecerles a estos miserables trabajos al margen de la ley. Después, él mismo como maestro de la chivatería los entrega como trofeo en prueba de su inequívoca eficiencia. Así puede justificar el sueldo que todos nosotros le pagamos, no trabaja para evitar el delito, sino para promoverlo. No lo mueve la defensa de la sociedad, tampoco respeta la ley ya que acusa y señala a los demás para que no lo vean a él, estoy seguro que si le abren la gaveta está llena de cucarachas. Lo único que le importa es la ¡Ganancia! Una ganancia hermanada con su avaricia es alimentada a costa de destruir vidas sonriendo y sin ningún esfuerzo pueden añadir mil colores al camaleón’. ‘Yo estoy totalmente de acuerdo con vos, Luis, – dice Juana –ya que a este tipejo le cae como anillo al dedo una de las enseñanzas de un dramaturgo que escribe:"Mientras sea yo un mendigo, despotricaré y diré que no hay más pecado que ser rico, y siendo rico, mi virtud entonces será decir que no hay más vicio que la mendicidad."Hoy por hoy es el azote de los más desgraciados y desesperados y de los que por falta de instrucción y de trabajo viven en una pobreza crónica como el hijo de la peluquera, del jardinero y muchos más que este bicho como alma que se la lleva el diablo corrió a ofrecerles un trabajo y después de haber completado su maldad, recibir como premio una especie de condecoración que hasta el día de hoy no sabemos donde la tiene. ¡Todo por ganancia! Yo les puedo decir amigos –continuaba la valiente Juana– que estamos frente a un búho de ratonera, es un virtuoso de la delación, de la chivatería y de la simulación y no es miembro de una legión defensora de la sociedad, lo que puedo afirmar sin temor a equivocarme es que pertenece a la legión de los logreros. ¡Todo por ganancia!’ ‘La verdad –dice Luis– que nadamos en programas pero los que deben de prevalecer, se desaparecen y nos quedan como una carga los que sirven para la proliferación de estos vividores. ¡Una avaricia desmedida!’ ‘Estoy francamente sorprendido– dijo el primero que había hablado– yo he tenido un concepto diferente de Pánfilo y hasta por ahí escucho algunas bromas de que ha gastado sus rodillas en los confesionarios siendo casi un huésped permanente de los templos. Hoy por la tarde tengo una reunión en su casa ya que tiene la intención de vender una propiedad que tiene de inversión’.’ Ja ja ja – se tira la carcajada Juana –qué poco conoces a este hombre, jamás venderá nada al precio del mercado, pero tiempo al tiempo, me vas a contar cuando termines tu reunión. Es el padre de la avaricia.
‘Buenas tardes Don Pánfilo, ¿cómo le va?’ ‘Bien, muy bien, llegaste en el mejor momento para poder compartir con vos una inmensa alegría que tengo ya que hoy por la mañana cerré un buen negocio y es que la casa que iba a poner a la venta la voy a financiar yo mismo a treinta años y eso me va a producir una ganancia cinco veces más que venderla hoy por hoy. Un verdadero dineral’. ‘Pero, pero qué dice usted Don Pánfilo, ¿treinta años?’ ‘Tal como lo oyes y no te molestes por haber venido en balde, pero al menos voy a tener la oportunidad de invitarte a celebrar mi cumpleaños el próximo viernes’.’ Disculpe la pregunta pero ¿cuántos años va a cumplir?’ ‘Cumplo ochenta y dos primaveras y cada día que pasa aumenta en mí el deseo de tener más y más, cada día más. – ¡Ganancia, sé mi señor, pues he de adorarte!...
¿Qué pasó amigo –pregunta Juana–vas a vender la casa? No puede ser ya que la va a financiar a treinta años, pero me invitó a celebrar su ochenta y dos cumpleaños y se ve bien de salud ya que su mayor problema es que tiene dificultades para caminar por una montaña de hemorroides que lo afligen desde hace tiempo’ ‘¡Al menos, al menos–exclama Juana– ya la naturaleza o la divinidad del infierno se ha vengado! Este búho de ratonera terminó enfermo de avaricia que le quita el sueño y por cada maldad (delación)que hizo le dieron una condecoración que no era visible, pero paso a paso le fueron construyendo su propia y peculiar corona. No es de espinas, pero se sienten como espinas.–Un jardín de hemorroides.–La tragedia de esto es que esta clase de elementos sigue actuando en la impunidad y si Pánfilo hoy está retirado deja tras de sí una escuela de seguidores que como sanguijuelas viven de nuestros impuestos’.
Hasta aquí este cuento dice Margarito que no refleja en estas pocas palabras la urgente necesidad de hacer cambios reales en la sociedad donde muchos valores están tergiversados. ¡Donde se consagra la avaricia y todo por ganancia!
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