¡Mercado sin democracia!

Charles Snob se presenta a la reunión que sostiene regularmente con Margarito y Javier Isidoro. En esta ocasión viene contento y frotándose las manos y les dice: "Antes de que empiecen a hablar sandeces sobre los maravillosos resultados de nuestras elecciones del dos de Noviembre les tengo que aclarar que mi tiempo es limitado ya que estoy como candidato de cualquier comité de transición...pero estoy, soy, se habla de mí, ¡soy alguien! “Ahora que te veo las manos encallecidas –le dice Margarito– me hace recordar las manos encallecidas de algunos en Nicaragua que ya se las están frotando como urracas excitadas, pendientes de los resultados. Empezarán sus viajecitos a Washington a pedir y pedir lo que no es extraño puesto que sus nombres por largo tiempo estuvieron en las nóminas de pago y esto les produce una atracción fatal”. “Lo único que les puedo decir –dice Javier Isidoro– es que los defensores del mercado sin democracia hoy los veremos como paladines de la democracia”.”¿Qué quieres decir con eso de mercado sin democracia? –pregunta Charles. “Bueno–responde Javier Isidoro– ellos dicen que la institucionalidad del país no existe, que el estado de derecho es una burla pero a la vez defienden todos los proyectos de privatizaciones para que el pueblo deje de vivir en pobreza, viviendo escasamente de la pesca o de la caza. Y hasta el día de hoy lo que el pueblo ha conseguido es más pobreza que se traduce en menos enseñanza, menos salud y vivir en un continuo deslizarse cuesta arriba con todas las privatizaciones. Hasta el día de hoy lo que se ha comido el pueblo es ¡un cable! Los gobiernos que hemos tenido han sido fieles servidores de los generales del sistema financiero mundial y no han gobernado para el pueblo. Y hablando de todo un poco y ya que Charles está contento con el resultado de las elecciones, uno de los mayores descontentos ha sido los casi dos billones de dólares que recibió el sistema financiero. Dicha aportación, conocida como estímulo tenía como propósito que se saliera de la crisis provocada por ellos mismos– aquí está la gran paradoja– por falta de un marco regulatorio, donde todo quedaba sometido a la mano invisible del mercado y estos mismos con sus aliados en las grandes corporaciones, son los que ahora exigen que se reduzca el déficit y el endeudamiento al que se ha llegado; entre otras cosas para salvarlos a ellos mismos. ¡Se le dio calor a la víbora! “Esto es mejor conversarlo otro día– dice Charles– ya que me esperan en un comité y no puedo llegar tarde. Tengo que pescar algo y les puedo asegurar que va a ser mejor que la mierda que pescaría en la laguna de apoyo donde la mano generosa de la providencia nos está tocando y pretende embellecerla con sofisticadas construcciones y así beneficiar al pueblo, trabajando mientras se construyan y después y después bueno después...” Lo interrumpe Margarito y le dice “y después a comerse un cable y vivir en sus propias costas como ciudadanos de segunda clase. ¡Comiéndose un cable!” “La verdad –dice Javier –que la venta del país a retazos no se detiene y nos presentan a estas corporaciones como inspiradas en un gran humanismo; bien podrían llamarse ‘Corporación Epulón’, aunque los más optimistas y dándoles el beneficio de la duda le llamarían ‘Corporación Ebenezer’ ”. “Se llamen Epulón o Ebenezer es lo menos importante –dice Margarito– lo que es un verdadero milagro que viene del cielo es que las leyes, regulaciones y lo que es más importante, LA TRANSPARENCIA, se escribirán en el agua, en agua cristalina”.