Monday, September 26, 2011

¡Morará el lobo con el cocodrilo!

Y extendió Moisés su mano sobre el mar...y volvió el mar seco, y las aguas quedaron divididas. – Ese milagro pasó hace miles de años y se queda chiquito ante el milagro que hemos conseguido en el estrecho de la Florida con todas nuestras embarcaciones, exclama Mr. Mirachico, en amena conversación que sostiene con Plebenico en una de las transitadas calles de Miami. – Te digo y te repito que ni Salomón con toda su gloria pudo igualar el atuendo y el colorido de ensueño que llevaban nuestros adornados veleros y sofisticadas lanchas de todo tamaño y para todos los gustos. ¡Un desfile de modas en altamar! Lo que no se entendía todavía era el milagro del que hablaba Mirachico hasta que volviendo de su excitación y con los pies bien puestos sobre la tierra le dice a Plebenico (que es todo oídos ante las fanfarronadas de quienes han hecho del monólogo el mejor de los diálogos)que por primera vez en la historia de la humanidad la inmensidad del mar había quedado oculta ante la grandeza de tantos y tantos yates que reflejaban una extraña fosforescencia que de seguro solo podría provenir de energías divinas; que el mar, aplastado o moribundo abría paso a un enfrentamiento como si fuera en tierra firme. ¡El mar a nuestros pies! ¡Era como combatir en tierra firme! –Es verdad, seguía diciendo Mirachico, que muchos de los que participaron creyeron en un momento determinado que había llegado el momento cumbre del enfrentamiento... –Pero, pero no entiendo, le dice Plebenico, de qué enfrentamiento hablás si ya todos sabemos que la gran mayoría de ustedes cuando llegan aquí lo primero que hacen es hacerse de una lancha, yate, canoa o algo que los haga sentirse dueños de las aguas porque eso les da "estatus". Por lo que veo eso no era más que una demostración de poder, de ser... –Lo que pasó, amigo Plebenico, es que se escucharon varios gritos de ¡saquen la pólvora!¡saquen la pólvora! y eran órdenes que se daban por altoparlantes y algunos, muchos o tantos no entendían... –Por lo que escucho, Mr. Mirachico, al menos llevaban pólvora lo que quiere decir que iban bien preparados... – ¡Así es! al grito de pólvora empezaron a salir los quesos de cabra, los vinos, aceitunas etc.etc...pero no te equivoques, que la única embarcación que llevaba todas estas municiones era la nuestra y que por supuesto encabezaba el desfile. Las otras, las demás, la mayoría llevaban tinajas de té para saciar la sed.-Tú sabes chico-¡jerarquía establecida! Hay que reconocer, sin embargo, que el momento más impresionante fue cuando se escuchó-abran fuego-abran fuego-y cuando todos encendimos nuestros tabacos de envidiable calidad -aunque provenientes del Alba- el mismo cielo se cubrió de encendidos oros...Se pudo apreciar el nombre de nuestra embarcación en un reluciente bronce dorado: Lobistas. –Esa palabrita, Mr. Mirachico, viene como de lobos –le dice Plebenico – y por eso considero que es grave cuando el hombre queda a merced de lobos. Yo que vengo del campo nunca olvido el famoso cuento de los "lobisones" que durante el día eran hombres de apariencia normal pero a la luz de la luna se convertían en lobos. Mucho tiempo pensé que eran cuentos de camino, de pueblos remotos, pero el tiempo que es juez inexorable me ha enseñado que ya no se necesita la luz de la luna. Ahora en plena civilización encontramos como encendidos oros logran que muchos hombres se metamorfoseen en lobos, es decir en "lobistas". ¡Ay de ellos porque han seguido el camino de Caín! Y no olvide, Mr.Mirachico, que Caín no ha muerto, anda suelto y se puede metamorfosear en cualquier cosa hasta en cocodrilo con tal de devorar a sus hermanos. ¡Morará el lobo con el cocodrilo! –Qué equivocado estás, Plebenico, y qué negativo sos, yo en cambio prefiero ver a un Dios lindo cuando se metamorfosea en dólar–termina diciendo muy orgulloso Mr. Mirachico. –El equivocado es usted –le dice Plebenico –ya que el que se convierte en dólar es San Bocón”.

Sunday, September 18, 2011

¡El ferrocarril de Nicaragua!

"Aquí permanecen los restos de un guerrero de innumerables batallas, rico en historia, que fue burlado, traicionado y vendido por la codicia y la ambición avariciosa de quienes hundieron sus colmillos en los bienes de la nación.” Ese era el epitafio que repetía en su mente uno de esos hombres trabajadores de Nicaragua que a diario echaban de menos el funcionamiento del ferrocarril, medio que de una u otra forma les resolvía en su azarosa existencia. “No te preocupés” le decían algunos, “los rieles los quitaron porque eran de hierro y ellos juraron que los pondrían de oro que en nuestra patria es menos escaso que el hierro.” Este piche que de baboso no tenía un pelo les contestaba que era verdad que el oro abundaba pero dentro de las fortalezas de los pontífices de las privatizaciones, como los que tiene dentro de sus murallas Don Patricio, lo suficientemente famoso por sus piernasantas. Y es que era del conocimiento público que Don Patricio decía que dos grandes columnas de oro sostenían el templo de su fortuna donde se encontraba su único Dios. Era un templo privado y de plumaje real por lo tanto la gente expresaba: ¡Si estas son las columnas cómo será el templo! Y poco a poco se fue corriendo la voz sobre las piernasantas donde saciaba su sed insaciable Don Patricio. Cuenta la leyenda que cuando la gente del pueblo pasaba por los alrededores de su fortaleza –y por accidente llegaban a sus oídos los gritos de las marchantas voces humildes del pueblo: se vende tiste, jocote en miel, zapotes, tortillas con queso, enchiladas, chocoyos verdes con picos rojos, se venden también chocoyos rojos con picos verdes–él no soportaba nada de esto y perdía la paciencia. Fuera de sí le gritaba a su servidumbre “corran a estos indios, que se vayan lejos de aquí, lo que están tratando es de penetrar en mis piernasantas, piernasantas que no están diatiro, fuera, fuera de mis contornos, fuera de mis dominios, que se vayan con sus animales y trapos donde no los pueda oír”... “Don Patricio, no es una manifestación en su contra” le susurraba el ama de llaves, son pobres que tratan de ganarse la vida honradamente y usted sabe”... “Callate vos que no sabés lo que decís yo conozco a esta gente mejor que nadie ya que por azar te encontrás uno regular, pero por naturaleza son malvados y envidiosos”... La gente que empieza a ser dispersada y que sabe de la debilidad de Don Patricio empieza a corear-“Se venden también ¡papayas de oro! ¡Papayas de oro! ¡Papayas de oro! ¡Se venden papayas de oro!”...”Se los dije que esto es una manifestación en contra de nuestro linaje...que se vayan a gritarle a los Artemios que también tienen sus casas amuralladas para no estar cerca de ellos, aunque están dentro de ellos... nuestros medios de prensa los tienen más que ubicados para no perderles pista ya que no se puede perdonar la imitación... la imitación es un delito ya que hay que cuidar las cosas de marca por el prestigio y buena reputación del mercado...son tan descarados” gritaba Don Patricio “que anuncian que venden papayas de oro y deben ser papayas indias que cuestan oro...¡papayas indias que cuestan oro! que vayan donde los Artemios ya sean Ramirez, López, Martinez, Potosme...o mejor de apellido Cruz para que no se olviden de Artemio Cruz del tal Fuentes”... El pueblo sigue esperando el toque de campanas, campanas viejas, campanas lejanas que anuncien el regreso del ferrocarril que sigue descansando a buen resguardo dentro de muchas murallas...de las piernasantas.

Sunday, September 4, 2011

¡ Para más INRI !

"Lo que no entiendo es por qué no se pueden dar en el mismo árbol la riqueza para nosotros y la resignación para ellos."Así pensaba Patricio. Y es que el árbol de la patria había dado frutos en demasía a este personaje hecho a la medida de todos los gobiernos-nacionales y extranjeros-asalariado afuera y asalariado en la propia Nicaragua, era un digno representante de una especie-que nunca muere-a los que picarescamente se les llama la especie de los comodines ¡Válidos para cualquier fichero! ¡La elite de los comodines!-“Jolly Joker”. Mientras meditaba sobre los últimos acontecimientos y sobre el cargo público que tenía y al que aspiraba, él mismo –con una sonrisa cínica– se llamaba a sí mismo un demócrata ejemplar con funciones públicas vitalicias (esto se repetía, es normal hasta en los países más pintados de demócratas donde sus representantes se mueren de viejos hechos verdaderas momias, je, je, je). Esto ocurría precisamente durante unas fiestas patronales y ya todos sus sirvientes realizaban las labores que les correspondían, uno llevaban el caballo, otro la albarda, otro el camión especial para trasladar al pura sangre y cuando lo veía pasar se repetía una y otra vez, aquí van dos pura sangre, dos pura sangre, lo volvía a decir para que se le metiera a penca en la cabeza... Se dice que una vez cuando se disponía a partir en una flota de vehículos se encuentra en la esquina de su casa a uno de esos que sí habían peleado, que se habían jodido durante la guerra de la contra, pero que nunca estuvieron en las planillas de la CIA y nunca estuvieron a buen resguardo y le pega un grito campechano, “qué haces aquí, yo pensaba que estabas en Miami peleando por el derecho a votar. Te veo participando de estas fiestas que a decir verdad se han disminuido mucho en calidad, tanto por los caballos como por los jinetes que ya visten sin elegancia. Ya no toman whisky sino cususa.” Un poco sorprendido ante la reacción del Patricio que si bien no es altanera refleja falta de sensibilidad, le responde que anda aprovechando sus vacaciones y que siente una terrible nostalgia de patria y que todos los años hace arreglos para estar presente, “usted sabe Don Patricio que la vida allá es muy dura y que nos llevan en los trabajos al bote y al miado. Si nos salimos un poco de lo que las empresas quieren (factorías) nos ponen patitas en la calle. Aunque para ser honestos nos queda el derecho al berrido”. Bueno, bueno mi valiente soldado eso puede ser cierto, pero yo para hablarte también honestamente no tuve tiempo de pasar por esa página porque yo estaba cuidando mis espaldas del gran peso que significaba la dirección del proceso y el dinero que recibíamos era en realidad muy poco para nuestro sacrificio...pero te puedo afirmar con todo patriotismo que desde un tiempecito para acá le hemos dado a nuestros ancianos el valor que se merecen. Aunque tenemos que adornarlos con muchas” IN”, es algo loable en nuestra sociedad eternamente joven,. Me recuerdo que a vos te llamaba plebe porque siendo tan joven hacías más ruido que una muchedumbre, las cosas han mejorado mi querido Plebe. Donde antes no se respetaban las canas ahora se las consagra y para explicarte cómo funciona cada vez que queremos presentar a un anciano como redentor de la patria...(y pensaba que en verdad no hay nada que redimir si estamos en la misma cepa..)...te digo que basta con presentarle con rostro dulce y tierno como pareciendo inofensivo pero adornado con unos cuantos requisitos, para formar una corona y aquí van: inmaculado, incorruptible, insobornable y con todos estos “IN”, llegamos al “INRI” sobre sus canas.” “ Lo que oigo es inaudito” le dice Plebe “es como una burla sangrienta que llevan a cabo un grupo de oportunistas para su propio beneficio utilizando la buena fe de estos abuelitos”...”No te creas Plebe, ya una vez nos salió el tiro por la culata y le pusimos su “INRI” a Bolaños y se lo creyó y se paseaba como un rey ,nos vio como súbditos, nos desconoció y lo peor que algunos de los que coreaban–viva el rey–viva el rey–ahora se han vuelto nuestros jueces Descalifican a todo el que no aplaudió al Monarca. ¡Para más INRI! “ “Por lo que veo Don Patricio este hombre se vengó de quienes lo quisieron coger para el trajín ya que pensaron burlarse de él presentándolo como un rey. No les perdona que no se hubieran dado cuenta antes de que en verdad era un rey, ¡un grave error!...” “Mira Plebe siempre hay que correr riesgos y uno de ellos es que nos salga otro que le gane en terquedad y arrogancia a sus arrugas pero es parte del juego.” “No olvide Don Patricio que como dijo alguien ’el infortunio de encanecer no acumula méritos ni establece preeminencias’" Se estaba haciendo tarde y se concentraban los pura sangre y llegó el momento de la despedida. Don Patricio muy dado a las despedidas que nadie quiere recordar le dice al pobre Plebe:"Te deseo un buen retorno a Miami; un lugar muy apreciado por mí donde viví con mucho sacrificio como te dije antes, pero que hoy visito con más frecuencia de lo que puedes imaginar. Asisto a toda clase de compromisos sociales y de negocios, es como un Edén para mí y me sirve para recordar–recordar es volver a vivir–y recibe con humildad mi consejo de no seguir hablando chochadas de elecciones en el exterior ya que si puedes venir a hartarte guaro todos los años bien podés hacer arreglos para venir a votar y a coger un poco de sombra en nuestro árbol que con tanto amor y dedicación lo seguimos podando.” "Vos sos un Patricio hijo de tal, estamos llenos de Patricios hijos de tal, “le dice Plebe “y espero que pronto rindas cuentas por todas tus maldades. Me ofendes Plebenico o Estebanico (es lo mismo) porque yo encontré la fuente de la eterna juventud y vos seguís soportando a otro Cabeza de Vaca pero esta vez gringo”... Es verdad, se fue pensando Plebenico y repitiendo lo que había leído por accidente en algún lugar:"Oh necesidad infame, a cuántos honrados fuerzas, a que por salir de tí, hagan mil cosas mal hechas." ¡Para más INRI! Don Patricio se fue a reunir con los pura sangre y Plebenico a nadar en guaro para olvidarse por un momento que lo espera Cabeza de Vaca. ¡Para más INRI!