Sunday, June 24, 2012

¡ Un sastre para la historia !

Un conocido, que hace de historiador de pueblo,conocedor profundo de casos raros y de personajes raros,me relató uno de esos casos, que parece un cuento folklórico.Dice que ocurrió en la siempre hidalga,amiga y hospitalaria ciudad de Masaya.Estos hechos ocurrieron después de una de las tantas guerras fratricidas,en que- como en un galopar incesante- se ha visto arrastrado el pueblo de Nicaragua:Un círculo vicioso que gira en torno a redentores y dictadores,dictadores y redentores,hasta alcanzar el título de Pueblo Irredento.Aquí va, entonces, este pequeño cuento:Se trata de un hombre trabajador, que había hecho su fortuna trabajando la tierra;cansado de "vivir empezando"ya que cada guerra,o cada revolución triunfante, le exigía pruebas de lealtad o enfrentar el castigo de la cofiscación:Un hombre que nunca se había sentado en las mesas de las intrigas, en las mesas de las capitulaciones,que jamás había sido asalariado por potencia extranjera,tenía que estar rindiendo cuentas a los nuevos malandrines y a los mercenarios de la política.Este hombre reunió a sus cuatro hijos y les dijo que había llegado el momento de repartir su herencia, que de esa forma cada uno se defendiera como pudiera."Yo, les dijo, a pesar de lo que mis compadres me aconsejan: que no dé nada antes de morirme,- porque el chancho da la manteca hasta que se muere-,he decidido dar lo que tengo".Así que, en un gesto que pudiera llamarse democrático,le preguntó a cada uno de sus "perlas", qué era lo que prefería,ya que contaba con algunas finquitas,bodegas y casas.Tres de ellos se mostraban muy condescendientes,casi se pudiera afirmar que aceptaban la decisión del padre a regañadientes .Abrían la boca y destilaban toda la ambición acumulada, que habían tenido reprimida debido al carácter del padre, que los había llevado a mecate corto.A medida que el padre les daba más libertad para hablar,cada uno empezó a pedir la finca tal o cual,expresaban sus habilidades y conocimientos sobre ganado,lechería,café,maíz,trigo;alguno de ellos invocaba habilidades,presencia,elegancia y espíritu de negocios de su Dulcinea.El cuarto de los hijos permanecía en silencio,parecía que prestaba atención,pero era como cero a la izquierda;los hermanos lo llamaban de diferente forma,siempre de manera despectiva:el bobo,idiota...Se llamaba Filiberto.El padre, al ver la indiferencia de éste,le preguntó qué quería como herencia.La respuesta fue sorprendente y difícil de digerir:"Todo placer se pasa porque es como la flor de heno que,en cuanto se arranca,se seca".Todos se miraron sin comprender la respuesta del hermano hasta que el más avispado de todos le increpó y le exigió una respuesta inmediata.El muchacho se puso de pie y, con voz calmada y firme, les dijo que él llevaba una vida sencilla,que siempre había tratado de mantenerse alejado de las intrigas de ellos y de sus Dulcineas-a las que no les gusta ver brillar el sol sobre el agua-,que la ambición había convertido a esta familia en una casa de lobos:¡Homo homini lupus!(el hombre es el lobo del hombre)."Me han acusado de vivir en el reino de la oscuridad, ya que según ustedes, es el reino de la ignorancia.Para mí,y con el respeto hacia mi padre,les digo que más bien parecen una trinidad diabólica:Arrastran piedras inútiles,como la riqueza a la que se aferran.(el cuarto círculo del Infierno de Dante)"...Dicen que la discusión fue larga,pero el pedido de Filiberto fue el más extraño ya que rechazó todo y decidió quedarse con una sastrería.Según me han contado,vinieron nuevos vientos(nuevos redentores), y los hermanos fueron confiscados.Habiendo crecido en arrogancia,pasaron buen tiempo rugiendo,sollozando y desesperados.Se convirtieron en pozos de agua muerta.En cambio Filiberto-el Sastre-repetía hasta el cansancio,que él estaba tentando al diablo,que lo había vencido,que todos los intentos de éste por corromperlo,por provocar su codicia y su ambición con riquezas,poder y fama habían fracasado.Pero como, Dios es amor y perdón,tal vez, con su actitud,ayudaba a reconducir al diablo a su primer destino.Por esa sastrería han pasado,según las malas lenguas,viejos y modernos redentores;muchos con un aspecto devoto. Esto ha despertado las sospechas de que el diablo lo sigue tentando.Ya que el demonio se esconde gustoso bajo trajes elegantes y presidenciales,o bajo hábitos de frailes.Afirman quienes le conocen, que él mantiene como huésped de honor de su sastrería, a Tolstoi, y que su obra preferida es:Iván el Imbécil.

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