Saturday, May 8, 2010

¡Las marionetas de las encuestas!

El local donde se va a realizar la charla de Mr. Charles Snob se encuentra lleno, en espera de este gran activista, quien ha manifestado en numerosas ocasiones estar al lado de los más desafortunados de la sociedad. Tienes que apresurarte Javier Isidoro –dice Margarito– recuerda que Mr. Snob nos dijo que estuviéramos temprano y que lo que iba a tratar era sumamente importante para nuestra comunidad. Hemos cogido un buen asiento, Margarito, y yo estoy seguro de que podremos participar del período de preguntas y respuestas con mucha facilidad. Podremos prestar más atención a este hombre que pertenece a la gran familia del cálculo. Basado en lo que reflejan las encuestas: pueden pasar por encima de su propia gente y hacer causa común con los personajes más recalcitrantes de este país; y de tanto calcular están produciendo un daño incalculable. Se escuchan aplausos, vivas, gritos apasionados. Es que está entrando Mr. Nov, rodeado de un grupo de alabarderos: una fiebre de esnobismo. –Estamos aquí reunidos –comienza diciendo Mr. Snob– para dejar un claro testimonio de nuestro compromiso con la democracia y la libertad y jurar, ante el altar de la Patria, que defenderemos, sin tregua ni descanso, el respeto a los derechos humanos. Nos acompañan en esta cruzada desde el pensamiento más puro del conservadurismo hasta una inmigración que en su gran mayoría la jurisprudencia les ha permitido alcanzar su derecho al voto, y por lo tanto con una gran responsabilidad política de conservar todo tal como ha funcionado hasta el día de hoy. Y esos ciudadanos que hoy nos respaldan en el esfuerzo de mantener el estado de cosas, es a los que les ofrecemos que pondremos todo nuestro empeño en que ellos sigan disfrutando de todas las excepcionalidades de la ley; y no permitiremos que elementos subversivos pretendan desorganizar lo bien organizado. Nuestra agenda es clara y transparente:"mantener todo como está", (aplausos, vivas, amenazas y puños en alto). Nos debemos a las encuestas y éstas indican que hay que defender los derechos humanos, impidiendo que elementos sin documentación pretendan reclamar derechos que, por su condición de sub-hombres, están inhabilitados para recibir ningún beneficio legal. Por eso respaldamos la santidad de las encuestas y los candidatos que reflejen este sentir, ya que eso nos garantiza que se seguirá cumpliendo con el respeto a los derechos humanos del ciudadano, y con su soberana voluntad. Además, existen otros argumentos que en estos momentos deberían ser tomados en cuenta: es que grupos, llamados progresistas, están en contra de esa ley y nosotros –más puros que la pureza misma– tenemos que impedir que estos indocumentados sean legalizados; ya que serían fácilmente captados por estos grupos y obviamente serían sus víctimas. (¡bravo, bravo, cierto, cierto!). Entonces, al respaldar la Ley de Arizona, estamos cumpliendo como ciudadanos y como verdaderos humanistas, al impedir que estos elementos sean víctimas de manipulación. Y si logramos que se cumpla la Ley, estaremos demostrando al mundo que somos un país celoso del cumplimiento de la Ley; y el que recibe su asilo político es porque es un perseguido en su país de origen, como debería ser en una nación de leyes (murmullos, muchos murmullos). Pasaremos a las preguntas y respuestas, ya que nuestra agenda está bien apretada y nos esperan en otras comunidades para seguir llevando este mensaje de fe y esperanza. –Mi nombre es Yisel, de Miami. Yo quisiera preguntarle si usted y su grupo están de acuerdo en que se haya levantado la prohibición de los viajes a Cuba. Mr. Snob se quedó pensando: no puedo decirle a esta vieja que me opongo a esta medida y como yo soy un apostador a las encuestas voy a responderle de acuerdo a las circunstancias. Dijo entonces: yo soy un defensor de la familia y creo en la reunificación familiar. Por eso es que nuestro movimiento está a favor de la reunificación familiar, siempre y cuando las circunstancias lo ameriten. –Muchas gracias, Mr. Snob, por su respuesta. Ya quedo más tranquila, porque después que recibí mi asilo político y tengo mis papeles en regla como ciudadana respetuosa de las leyes, viajo con mucha frecuencia a la Isla. Le prometo que trabajaré sin descanso en la campaña de su candidato, ya que entre otras cosas favorece la Ley contra los Inmigrantes. Como todos debemos de ser fieles obedientes de las leyes; y con ese espíritu tan conservador, tenemos garantizado que todo se conservará como hasta el día de hoy. Nuestro asilo y nuestros viajes no sufrirán cambio ninguno ya que en nuestro país todo sigue igual desde el día que salimos; y sus gobernantes siguen siendo una verdadera expresión de conservadurismo: mantener el estado de cosas. –Les agradezco su presencia este día. Recuerden que como verdaderos humanistas y conservadores, debemos impedir que gente sin papeles sean víctimas de la manipulación; por lo tanto hay que aplicarles toda la fuerza de la ley sin excepcionalidades; aunque como es lógico, unos son más iguales que otros. "Gracias, muchas gracias. Que Dios los acompañe camino a sus hogares. Y no olviden que seguiremos luchando por quitarles ese castigo que se les ha impuesto: el del seguro de salud. No olviden que nuestra agenda es la de conservarlo todo. Vayan en paz y dispuestos a dar la batalla en las urnas, para que puedan recostar la cabeza en la almohada con la tranquilidad de que tendrán a su lado a los paladines del anti-cambio. – ¿Qué piensas, Margarito, de las palabras de Charles? –Me parece bien que esté buscando el apoyo de los inmigrantes políticos ya que estos han adquirido el derecho al voto; y como bien dicen, un voto puede hacer la diferencia. En cuanto a que viajen a su país: eso me alegra, ya que son una gente sufrida que, durante más de medio siglo, el status quo los ha mantenido sin derechos. Y no tienen derecho ni siquiera a reclamar sus derechos humanos. Por eso hay quienes los llaman inmigración gallinero: siempre soportando la crítica de quienes, allá como aquí, les quieren dictar pautas desde todos los medios desde donde, con toda facilidad, manipulan al Pueblo. –Estoy de acuerdo con vos, Margarito. Eso me recuerda una fábula de las gallinas en el gallinero: que las que están arriba siempre cagan a las de abajo; y estas gallinas de arriba, que son de la clase más iguales que otras, por mucho tiempo, en Cuba y aquí, en la Capital del Sol, las siguen cagando. Ya que educadas en la manipulación y el engaño, saben, y tienen la destreza, para ubicarse en posiciones de poder y de mando ya que tienen un plumaje diferente. A estos difícilmente los encontrarás reclamando los derechos de quienes están siendo ultrajados, ni ponerse en contra del poder: su alma, su preparación obedece a los lineamientos del poder. A millas de aquí era el poder político, con toda la consecuencia de violaciones a los derechos y dignidad del ser humano; aquí es la sumisión al poder económico que por consecuencia natural, da poder político. Por eso tenemos que tener la comprensión para entender la reacción de algunos seres humanos que entienden el crecimiento al revés, pretendiendo limpiarse las cagadas cagando a otros, que ahora sienten por debajo de ellos. Lo que te puedo decir, que me da satisfacción, es que son los menos, ya que la mayoría de esta inmigración gallinero entiende que el problema se soluciona cuando nadie es cagado en nombre de una ley abusiva e inmoral; que ellos pueden crecer como seres humanos no cagando a otros, sino en limpiarse y ayudar a otros a crecer. –Pero dime qué piensas, Javier Isidoro, de las encuestas, ya que la gran mayoría favorece esa Ley y por eso vemos a Mr. Snob a favor de ella. –Lo que pasa, Margarito, es que el pueblo americano está preocupado por lo que pasa en sus fronteras y en eso tienen razón; además existe una gran frustración por la falta de una legislación que sea seria, responsable y justa en materia de inmigración; de eso se aprovechan las marionetas de las encuestas: para impulsar leyes que son un adefesio en materia jurídica y que persiguen, no la seguridad del pueblo americano, sino el voto de la gente que siente que vive en un limbo legal. Que muchos de los que apoyan ese adefesio sabían de la existencia de los indocumentados, y se puede decir que casi los metían a empujones en las factorías, donde se les explotaba, donde se violaba la legislación laboral a vista y paciencia de estos que hoy los acusan de estar allí, después de haber sentado la jurisprudencia de la explotación y del cinismo. Las marionetas de las encuestas están pensando en las próximas elecciones: eso es lo que debemos denunciar. Alguien dijo alguna vez: "Un político piensa en las próximas elecciones; un estadista, en la próxima generación". –Entonces, Javier Isidoro: ¿qué sugieres que debemos hacer? –Yo creo que, ante todo, informarnos bien y evitar caer víctimas de la desinformación. No llegar a creer tampoco en palabras bonitas y tratar de ver las verdaderas intenciones. Una vez leí una fábula que contaba acerca de dos hombres, con una gran energía y una gran convicción, tratando de derribar una estatua de oro. Pero, fíjate bien: uno lo hacía porque odiaba la idolatría y no quería ver ídolos; pero al otro no le importaban los ídolos. Sin embargo, al igual que el otro, le daba hachazos al ídolo para derribarlo. Una vez que terminaron, le dijo el que odiaba la idolatría: "gracias a Dios hemos contribuido en algo para satisfacer los deseos del pueblo". En eso el otro suelta una carcajada y le dice: “los dos trabajamos igual y sudamos lo mismo; vos crees en ayudar al pueblo pero yo no creo en esos cantos de sirena; yo lo que quería era derribar la estatua para quedarme con el oro. Pero el pueblo me debe agradecer que fui obediente a sus deseos, tal como lo decían las encuestas”. En esta situación encontramos de todo: desde los que están buscando la seguridad nacional, y, desde los racistas hasta los oportunistas que van tras el poder, que no pierden tiempo en abrazar este tipo de medidas, que son violatorias de los derechos humanos, pero obedecen con absoluta fidelidad al refrán que dice que: “el tiempo es oro", lo que es más importante que la pérdida de principios. –Te quiero recordar Javier Isidoro –dice Margarito– que Charles es un hombre de principios religiosos y conservadores, así que me resisto a creer que no tenga compasión por el ser humano necesitado. –Lo mismo pensaba yo, Margarito, pero un día, conversando con él, me dijo que hasta las Sagradas Escrituras las acomodan a sus intereses y como cuando– por un problema que tenía con alguien que le había reclamado su insensibilidad ante el dolor de su prójimo, y esta persona era creyente– le dijo que recordara que la Palabra decía que era más fácil que un camello pasara por el ojo de una aguja que un rico entrara al Reino de los Cielos. En vez de tratar de explicarle esta parábola, y hacerle ver que muchos ricos tienen muchísima más sensibilidad que muchos aspirantes a ricos, o como alguno de los inmigrantes gallineros le dijo que ya él había entendido este pasaje; porque, igual que muchos más se referían a ese tiempo, y que ahora hay camellos enanos y agujas gigantes. Por lo tanto quedaba abolida esa sentencia por no haber podido pasar la prueba del tiempo. Ya ves, Margarito, cómo los políticos “flip-flop” se multiplican en estos tiempos de elecciones. Nos vemos pronto y seguimos conversando…