Sunday, November 14, 2010

¡Una nueva jurisprudencia!

Era una parejita feliz, al menos parecían felices, esa era la impresión que daban a quienes los veían de cerca o de lejos, sonrientes y mirando a las estrellas más bien parecían dos estrellas. Pero les estaba reservado el destino inexorable del de arriba y es el de caer, como el de las estrellas es apagarse. Llegaban a las reuniones vestidos del mismo color, recibían clases de tango, de piano, de canto y otras tantas excentricidades que se volvieron demasiado visibles y esto perturbaba el sueño de quienes no soportan el éxito de los demás o al menos lo que consideran éxito. Era el triunfo de la superficialidad y a esta le estaba reservada la estocada de su hermana la envidia. ¡Un día las estrellas se apagaron y llegó el divorcio! Lázaro, que así se llama mi amigo me llamó hace unos días para que lo acompañara a una audiencia de Corte porque Coca– como le llamaban a su ex– quería el “Child Support” lo antes posible. Mi amigo asombrado me dijo que todo había quedado claro en el divorcio y que el hijo que ella tuvo no era suyo y que todas las pruebas se presentaron y que por lo tanto no entendía el origen de esa demanda. “Mi nombre me recuerda al resucitado” me decía y que pensaba que esa resurrección había sido un castigo ya que lo más jodido era lo que venía después y era aguantar la vida minuto a minuto. Traté de darle ánimo a mi amigo y le dije que en la vida las crisis son una oportunidad y que no desmayara ante las adversidades y quedamos en vernos el día de Corte donde comparecería con Coca ante un juez. Entrar a ese juzgado fue impresionante y ver tantas mujeres cargando a sus niños demandando justicia y reclamando el sustento de sus hijos. De repente hizo su entrada con paso elegante y finas prendas Coca. A diferencia de todas las presentes venía cargando una preciosa perrita de raza, tan sofisticada que no supe distinguirla y de una elegancia que competía con la madre adoptiva. Los niños que habían sido llevados como trofeos, se alborotaron y todos querían jugar y acariciar a tan distinguida visitante que tenía una mirada altanera y a pesar de ser casi enana miraba sobre los hombros y se volteaba cuando los niños se le acercaban. Solo quedaba expuesto a los ojos de la concurrencia el culito de la enanita elegante. Para sorpresa mía, de mi amigo y de toda la concurrencia vimos pasar hacia adelante a la madre adoptiva y a su pequeñita criatura y con voz firme y segura entre otras cosas dijo: ”Señor Juez: Vengo ante su Señoría a demandar justicia para esta infeliz criatura que la adquirimos en adopción legítima mi ex y yo cuando la bonanza nos sonreía y nos comprometimos a darle abrigo, cariño y alimento hasta el último día de su vida. Durante el tiempo de alegría, de sonrisas y de abundancia que fue nuestro matrimonio a esta niña nunca, nunca, jamás le faltó absolutamente nada y tenía su seguro médico porque considerábamos que era un derecho que le correspondía. Nosotros no podíamos cometer el abuso infantil de negárselo y hoy, por la situación del divorcio y por la crisis económica hemos tenido que suspenderle el seguro y otras comodidades y distracciones a las que la habíamos acostumbrado, lo que considero una forma más de abuso infantil. Por lo tanto vengo a exigirle a mi ex que le pase a la niña su “Child Support” y si se niega sea acusado por abuso infantil”. El Juez, que con cuidadosa atención había escuchado los argumentos de la madre dijo:"Nuestro país es un ejemplo de respeto a los derechos humanos y los EEUU deben ser un paraíso para nuestros niños y nuestros ancianos, una meta que hasta el día hoy ha sido imposible de alcanzar preocupados más por la macro-economía que por el interés común. Por eso el destino de millones de jóvenes ha sido las cárceles, las que al menos hemos construido sin mentalidad mercantil y el destino de los ancianos los miles de asilos para ancianos. Si no se ha podido cumplir con esa meta por las malas administraciones y despilfarros de los gobiernos al menos los ciudadanos privados que adquieran estos compromisos con la sociedad deben cumplirlos y hacer posible que este país sea un verdadero paraíso para estas criaturas que tanto nos ayudan a soportar la soledad y hasta nos hacen sentir mucho más humanos. Por consiguiente, ordeno al padre Lázaro que pase una cantidad de acuerdo a su ingreso para la niña Esperanza y que sea enviado a la madre Coca para que cuanto antes le vuelvan a pagar su seguro médico a la niña ya que no podemos permitir que en el país más poderoso de la tierra haya alguien sin este derecho de salud, de esa manera hago justicia y evito que los que siempre están esperando algo del gobierno un día de estos recurran a solicitar sellos de alimentos para nuestras amadas mascotas. "Salimos de la Corte y Lázaro tendrá que pagar y pensar si reclama derecho a visitas. ¡Los caminos del Señor son inescrutables! !

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