Sunday, December 12, 2010

¡Los discipulos de Apeles: hicieron aguas mayores!

¡Los discípulos de Apeles hicieron aguas mayores! Charles Snob que es un personaje más papista que el papa y que tiene una gran habilidad para situarse al lado del poder, para nadar en dos aguas por perseguir sus beneficios económicos, se encuentra indignado por las revelaciones –o mejor dicho las divulgaciones –de “Wikileaks” ya que esto ha conmovido los cimientos de lo que permanece oculto a los ojos de los gobernados, es todo lo que se cocina tras bambalinas. “Qué te pasa Charles –le pregunta Margarito– te veo como borracho antes de empezar a tomar, como preparado a enderezar entuertos”. “Algo parecido, ya que estamos en una gran cruzada –contesta Charles –dispuestos a proteger hasta las últimas consecuencias nuestro radio de acción y mantenerlo alejado de la ignorancia de los iletrados que siempre están alimentando el deseo morboso de saber noticias alarmantes. Por eso, con el apoyo de medios de comunicación muy serios y responsables mantenemos bien arropada la libertad de expresión, prendas verdaderamente democráticas que han sido hiladas finamente en esta era de la globalización”.” Me parece– dice Margarito –y perdona mi ignorancia, pero nada de esto es nuevo y nunca se sacia el ojo de ver ni el oído de oír. Es tan viejo que nosotros la gente del pueblo siempre hemos dicho que cuando un diplomático dice sí quiere decir tal vez y cuando dice tal vez quiere decir no y cuando dice no, ya deja de ser diplomático. Lo que sucede es que ahora que les han quitado ese ropaje que han usado por siempre, han quedado en cuero y esto les puede provocar una pulmonía por lo recio de los vientos. Te quiero recordar que en los países latinoamericanos lo que ha salido a la luz es lo que por siglos ha estado alumbrado por el sol, aunque magistralmente muchos comunicadores sociales lo han mantenido como un claro de luna. Pero siendo más específico en el caso de Nicaragua estos funcionarios norteamericanos han dejado mucho que desear por sus prejuicios y poca apertura para analizar nuestra propia realidad. Me imagino que estos prejuicios son originados por la misma actitud de los nacionales. La mayor parte de ellos son ex-funcionarios de gobiernos –enemistados en su momento con ellos– y llegan a reclamar las cuotas de poder que creen les pertenecen por herencia, donde poco importa el grado de honestidad de estos personajes que han usado a la república como un botín. Te recuerdo , Charles, para que no pienses que son solo palabras, que en el gobierno Bolaños se cancelaron una gran cantidad de visas a funcionarios acusados de corrupción, pero extrañamente muchos de los que habían participado de esta rapiña quedaron inmunes a esta política de los norteamericanos . La razón fue que estos juraron lealtad y bebieron de la hostia de la honestidad administrativa que les fue ofrecida por las manos inmaculadas del aspirante a caudillo. Tristemente, vivimos una era de chismografía y charlatanería, de acusaciones y chantajes. Pero lo único que estaba lejos del pensamiento y de las acciones de los que usaron esta embajada como nido de venganzas políticas y nadaban en dos aguas, era el bienestar de la nación”. “Creo, Margarito, que ya te lo he dicho antes pero una vez más tengo que decirte que la ignorancia es atrevida y te tengo que repetir que zapatero a tu zapato”. En ese momento llega Javier Isidoro y pregunta “¿qué pasa con eso de zapatero a tu zapato?” “Lo que pasa, Javier, –dice Charles –es que Margarito no entiende de alta política, es decir, la que no se ve, la que está al alcance de unos cuantos, de unos pocos que llevan sobre sus hombros la responsabilidad de hacer que nuestros países despejen. No comprende lo delicada que es la libertad de expresión que no es digerible para todos en todo, hay que dar las cosas en cuentagotas y con extrema precaución. No todos están preparados para manejar todas las informaciones que afectan nuestro destino”. “Voy a tratar de contestarte rápidamente estos dos temas. –dice Javier Isidoro–El primero quedará contestado con la lectura del artículo 19 de la Declaración de Derechos Humanos que dice:"Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; incluye no ser molestado a causa de sus opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”. El segundo tema es una hipocresía más ya que cuando una persona común y corriente quiere opinar, recurren al sucio expediente de que no saben lo que dicen y repiten el zapatero a tus zapatos, por eso Charles, remontémonos a la historia antigua del relato que le dio origen a ese dicho. El mismo se le atribuye a Apeles, un gran pintor de la Edad Antigua. Resulta que en una ocasión–continua Javier Isidoro–un zapatero vio un error en los zapatos de un cuadro, se lo dijo al pintor y este inmediatamente lo corrigió. Después el zapatero hizo otra observación sobre las piernas y entonces Apeles le dijo:"El zapatero no debe juzgar más arriba de las sandalias”. Lo que Apeles ignoró fue un detalle muy importante, como hoy lo ignoran los discípulos de Apeles y es que el zapatero tenía tobillos, rodillas y piernas y un defecto en el zapato podría originar defectos en el resto del cuerpo. Pues ahora, en este siglo de la globalización se han multiplicado los discípulos de Apeles que quieren alejarnos a nosotros la gente común y corriente que somos los zapateros de las informaciones y datos que afectan nuestro destino como nación libre, soberana e independiente. Por eso amigo Charles te invito a que dejes el esnobismo, el cálculo, las posiciones ideológicas que llevas como ornato, ya que por intereses mezquinos nadan en dos aguas, las aguas dulces y las aguas saladas como nuestro pez nacional el tiburón”. ” Yo quiero– dice Margarito– para terminar, que me permitan decir algo: Ustedes que están entre dos aguas, bailando en el agua, no olviden que esto es agua pasada, aunque la tengan hasta el cuello, y ya está tan claro como el agua que hicieron AGUAS MAYORES". ".

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