Monday, September 6, 2010

¡La legión de los logreros!

“En vista de que Charles no va poder reunirse con nosotros debido a sus compromisos electoreros te voy a narrar un sencillo y pequeño cuentecito –le dice Margarito a Javier Isidoro, –aunque estoy seguro que el cuento que nos traiga Charles después de todas sus danzas será más interesante y mucho más fresco...” Reunidos en un restaurante se encuentran varios amigos disfrutando de un día de asueto de esta gran ciudad, de este gran país. El tema que se trataba con pasión era referente a lo que uno de ellos llamaba la legión de los caballeros por la defensa de la sociedad. Y así les decía: ‘nosotros nos debemos sentir orgullosos que uno de nuestro barrio, de nuestro mismo origen, de nuestra clase trabajadora, se encuentre en las alturas y tenga una responsabilidad tan grande como la de limpiar nuestra sociedad de quienes violan las leyes y se colocan al margen de ellas. Yo doy testimonio –continuaba diciendo –de la vida sacrificada de Don Pánfilo’. ‘Por Dios –levanta la voz Luis otro de los comensales –ese tal Pánfilo no es más que un vive bien a costillas de los más desgraciados de la sociedad, él es una pieza que sirve para llenar los baches del sistema y hacer creer que funciona casi a la perfección, justificar las astronómicas partidas presupuestarias que salen de los impuestos de los contribuyentes que día a día se hacen más insoportables. Su trabajo (por no decir maldad) consiste en la actitud perversa de contar dinero en casa del pobre, o hartarse frente al que tiene hambre y ofrecerles a estos miserables trabajos al margen de la ley. Después, él mismo como maestro de la chivatería los entrega como trofeo en prueba de su inequívoca eficiencia. Así puede justificar el sueldo que todos nosotros le pagamos, no trabaja para evitar el delito, sino para promoverlo. No lo mueve la defensa de la sociedad, tampoco respeta la ley ya que acusa y señala a los demás para que no lo vean a él, estoy seguro que si le abren la gaveta está llena de cucarachas. Lo único que le importa es la ¡Ganancia! Una ganancia hermanada con su avaricia es alimentada a costa de destruir vidas sonriendo y sin ningún esfuerzo pueden añadir mil colores al camaleón’. ‘Yo estoy totalmente de acuerdo con vos, Luis, – dice Juana –ya que a este tipejo le cae como anillo al dedo una de las enseñanzas de un dramaturgo que escribe:"Mientras sea yo un mendigo, despotricaré y diré que no hay más pecado que ser rico, y siendo rico, mi virtud entonces será decir que no hay más vicio que la mendicidad."Hoy por hoy es el azote de los más desgraciados y desesperados y de los que por falta de instrucción y de trabajo viven en una pobreza crónica como el hijo de la peluquera, del jardinero y muchos más que este bicho como alma que se la lleva el diablo corrió a ofrecerles un trabajo y después de haber completado su maldad, recibir como premio una especie de condecoración que hasta el día de hoy no sabemos donde la tiene. ¡Todo por ganancia! Yo les puedo decir amigos –continuaba la valiente Juana– que estamos frente a un búho de ratonera, es un virtuoso de la delación, de la chivatería y de la simulación y no es miembro de una legión defensora de la sociedad, lo que puedo afirmar sin temor a equivocarme es que pertenece a la legión de los logreros. ¡Todo por ganancia!’ ‘La verdad –dice Luis– que nadamos en programas pero los que deben de prevalecer, se desaparecen y nos quedan como una carga los que sirven para la proliferación de estos vividores. ¡Una avaricia desmedida!’ ‘Estoy francamente sorprendido– dijo el primero que había hablado– yo he tenido un concepto diferente de Pánfilo y hasta por ahí escucho algunas bromas de que ha gastado sus rodillas en los confesionarios siendo casi un huésped permanente de los templos. Hoy por la tarde tengo una reunión en su casa ya que tiene la intención de vender una propiedad que tiene de inversión’.’ Ja ja ja – se tira la carcajada Juana –qué poco conoces a este hombre, jamás venderá nada al precio del mercado, pero tiempo al tiempo, me vas a contar cuando termines tu reunión. Es el padre de la avaricia. ‘Buenas tardes Don Pánfilo, ¿cómo le va?’ ‘Bien, muy bien, llegaste en el mejor momento para poder compartir con vos una inmensa alegría que tengo ya que hoy por la mañana cerré un buen negocio y es que la casa que iba a poner a la venta la voy a financiar yo mismo a treinta años y eso me va a producir una ganancia cinco veces más que venderla hoy por hoy. Un verdadero dineral’. ‘Pero, pero qué dice usted Don Pánfilo, ¿treinta años?’ ‘Tal como lo oyes y no te molestes por haber venido en balde, pero al menos voy a tener la oportunidad de invitarte a celebrar mi cumpleaños el próximo viernes’.’ Disculpe la pregunta pero ¿cuántos años va a cumplir?’ ‘Cumplo ochenta y dos primaveras y cada día que pasa aumenta en mí el deseo de tener más y más, cada día más. – ¡Ganancia, sé mi señor, pues he de adorarte!... ¿Qué pasó amigo –pregunta Juana–vas a vender la casa? No puede ser ya que la va a financiar a treinta años, pero me invitó a celebrar su ochenta y dos cumpleaños y se ve bien de salud ya que su mayor problema es que tiene dificultades para caminar por una montaña de hemorroides que lo afligen desde hace tiempo’ ‘¡Al menos, al menos–exclama Juana– ya la naturaleza o la divinidad del infierno se ha vengado! Este búho de ratonera terminó enfermo de avaricia que le quita el sueño y por cada maldad (delación)que hizo le dieron una condecoración que no era visible, pero paso a paso le fueron construyendo su propia y peculiar corona. No es de espinas, pero se sienten como espinas.–Un jardín de hemorroides.–La tragedia de esto es que esta clase de elementos sigue actuando en la impunidad y si Pánfilo hoy está retirado deja tras de sí una escuela de seguidores que como sanguijuelas viven de nuestros impuestos’. Hasta aquí este cuento dice Margarito que no refleja en estas pocas palabras la urgente necesidad de hacer cambios reales en la sociedad donde muchos valores están tergiversados. ¡Donde se consagra la avaricia y todo por ganancia!

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