Sunday, March 11, 2012

¡ Los hombres Midas !

¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; los que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz...! A diario escuchamos que el problema más grande que tienen los EEUU es el de la economía y en base a este criterio se han sumado una serie de teorías para tratar de rescatarla de estas agitadas aguas y es aquí donde encontramos que han surgido de esas profundidades verdaderos nadadores profesionales. Pequeños grupos los señalan como los ¡redentores de la economía! , los que habrán de restaurar el futuro usando como base las teorías y hombres de museo que han provocado este naufragio. La publicidad al servicio del que puede pagarla, anuncia con bombos y platillos que la prosperidad de la nación descansa en los hombros de estos hombres, ya que tienen la experiencia en la creación de empleos (diría yo en la acumulación de riquezas). Maliciosamente declaran que se está promoviendo una lucha de clases, que se le están dando alas al espíritu de la envidia y que el socialismo amenaza la democracia. ¡Mentira, una vil mentira! La sociedad se ha visto sacudida en sus cimientos a raíz de la destrucción, o casi aniquilamiento de una clase media pujante, con libre iniciativa. Clase que con esfuerzo, trabajo y lucha había conquistado una vida decorosa. El naufragio empezó cuando los derechos humanos, la dignidad del ser humano y la propia individualidad cayeron víctimas de unas leyes donde los derechos se han concebido para justificar las decisiones del más fuerte. ¿Quién ha sido el más fuerte? Buscando una respuesta adecuada asaltaron a mi mente una serie de imágenes que podrían ilustrar esta especie de naufragio y es que cuando las leyes favorecen a unos pocos es como ir navegando en una embarcación hecha de remiendos en medio de poderosas olas, de implacables vientos y de terribles fieras...cuando el ser humano tiene derecho a la salud, cuando tiene acceso a la educación, está mejor preparado para llevar la carga de un país con respeto y con dignidad, con sacrificio y trabajo. Sale a mojarse las nalgas para comer pescado... Aquí lo que ha sucedido y está sucediendo y quieren que siga sucediendo es que los hombres y mujeres de esta sociedad sigan navegando en esa embarcación hecha de remiendos y que los pescados vayan amarrados en la parte de afuera de la embarcación por la situación precaria de ésta. De esta manera, seguiremos llegando a puerto como cadáveres transportando cadáveres ya que los tiburones saben cómo devorar nuestros pescados y cómo sepultar en este mar de infamias y de codicias los esfuerzos y las luchas de millones de seres humanos. ¡Esos tiburones son nada más y nada menos que los que se proclaman "los redentores de la Economía"...y el mar sigue arrojando a sus muertos!... La escena que sigue entre mi persona y Charles Snob tuvo lugar hace algunos días en una biblioteca y lo primero que dijo cuando llegó fue que él no estaba acostumbrado a reunirse en ese lugar porque no era rata de bibliotecas, propio muy propio de este activista político que camina con un rosario y que se proclama en contra de los programas sociales que favorecen a los más necesitados de la sociedad. Está a favor de quienes hacen política para congraciarse con los más recalcitrantes de este país, en fin una caja de resonancia de los tiburones redentores...Me expresó su inmensa satisfacción por los pre-candidatos republicanos que estaban en plena campaña ya que a pesar de lo que decía la prensa liberal, entre todos encarnaban lo que el país necesitaba; por un lado la prosperidad y creación de empleos y pija y rincón para la inmigración sin papeles que ha trabajado por largos años aquí; el sueño americano, limitado a un grupo menos que menor; el respeto sagrado a los derechos de la mujer poniendo la vida privada de éstas paralela a la más alta dignidad de acuerdo al derecho moral y espiritual sobre todos–en este caso sobre todas- como lo mandan las Escrituras... Lo interrumpí brevemente para decirle que lo que algunos puritanos proponían era restringir la libertad de las mujeres en nombre de la pureza y en nombre de una solapada superioridad social. Habló de la pobreza a la que hay que combatir pero no dándole las armas de la educación para hacerlo, sino empujarlos a patadas en la cárceles de donde nunca deberían salir y manifestaba que los pobres deberían sentirse dichosos en su pobreza y los ignorantes en su ignorancia; somos los guardianes de la llaves del cielo y el cielo nos va a premiar decía, poniendo como gobernantes a hombres espirituales que gracias a esa espiritualidad han sido prósperos y todo lo que tocan lo convierten en oro. ¡Los hombres Midas!...La discusión duró mucho tiempo pero no me despedí sin antes hacerle ver que los hombres Midas, por su codicia quieren ser poseedores de todo y son ellos los que han eliminado a los moderadamente ricos , a la clase media, al empresario emprendedor, lo cual ha tenido consecuencias nefastas y destructivas en la clase trabajadora. Ellos, que tienen aliados en las esferas de poder para gozar de subsidios y de exenciones de impuestos y ellos que todo lo convierten en oro, deberían tener un corazón de oro lleno de compasión por los que más sufren, pero lo han convertido en un corazón de piedra ¡Ellos constituyen el verdadero “Welfare”!... Estoy consciente le dije que en esta feria de vanidades-vanidad de vanidades-se encuentran algunos pretenciosos que no son Midas, pero que caen rendidos ante el brillo del oro ¡Cantemos al oro porque él da las genuflexiones de espinazos aduladores y prefieren unirse a los tiburones redentores de la economía!... ¡Los redentores de la Economía!

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