Saturday, August 14, 2010

¡El colmo de los colmos!

¡El colmo de los colmos! – ¡Esto es el colmo de los colmos! ¿Qué te pasa Margarito que te veo excitado como fuera de sí, es que acaso vistes algún muerto tirarse al agua, o escuchaste a un mudo gritarle a un sordo cómo nadar con cautela para que digas que este es el colmo de los colmos?, le pregunta Javier Isidoro. –No es eso Javier, esto es algo mil veces peor de lo que yo imaginé poder ver en los días de mi vida, aunque entiendo que quizás como no tengo muchos conocimientos se me hace muchísimo más difícil poder entenderlo en toda su plenitud. Me refiero a lo que algunos de los intelectuales de nuestro país llamaron en su momento el "suicidio de la CSJ". Con el alma y la garganta desgarrada trataban de impedirlo, pero el presidente que tenemos como dicen nuestros líderes de la oposición, a la que yo honrosamente pertenezco, es en claras y sencillas palabras un caballo. –Esto es lo que yo llamo el colmo de los colmos. ¡Un caballo gobernando! Pobre Margarito, una vez más siendo víctima de estos incendiarios y melosos que a fuerza de complicidades y de despojos son verdaderos maestros de las apariencias y saben que mientras más gritan e insultan al presidente y a su equipo de gobierno más cerca están de mamar las mieles del poder ¡Pegan para que les paguen! Yo te aconsejo que no tomes tan en serio las proclamas, entrevistas y artículos y mejor aprende a leer entre líneas En estos tiempos te puedes distraer en tus ratos libres y escribir tu blog y que te sirva como me sirve a mí como una clase de gramática, un reto diario a recordar puntuaciones y demás reglas que para mí son ultra reaccionarias, pero hay que convivir con estos principios divinos inalterables por la arrogancia y prepotencia del hombre enclaustrado en nuestras academias. –La verdad Javier es que yo lo he intentado pero me resulta complicado por la falta de tiempo y por no estar familiarizado con la escritura, pero eso no quiere decir que no me informe de todo leyendo las noticias y escuchando a nuestros guías religiosos y políticos. Y por eso es que ardo en cólera, en furia patriótica cuando estos ojos que se los comerán los gusanos están viendo como estamos siendo gobernados por ¡un caballo con lana! Por eso grito y protesto haciendo coro con los miembros de la oposición y por eso me solidarizo con los hombres que por años se han sacrificado por impartir justicia y por rechazar todo tipo de contubernios, hombres probos que hoy solo la fuerza bruta puede sacarlos del pedestal que se han sabido ganar. Y lo han ganado por su lealtad a las leyes y a la república y este crimen de lesa patria solo puede ser ejecutado por un ¡caballo con poder! En eso se acerca Charles Snob que llega un poco tarde y les dice: –En primer lugar me disculpan pero he estado atareado con esto de las votaciones y arreglando la defensa de quienes nos hacen más difícil defenderlos por tantas caballadas que dicen y por tanto zigzagueo, pero ese es este mundo, el de la verdadera política, el de saber ocultar la verdad. – ¿De qué se trata ese libro que estás leyendo Charles?, pregunta Margarito. –Como les decía, escuchando tanta barbaridad de nuestros candidatos que están en período electoral, me quise distraer un poco y decidí recordar mi niñez y buscar los cuentos de “Gulliver’s Travels” de Jonathan Swift y esto me distrae de todo este ambiente que está lleno de guerreros y de hijos de Martí y Maceo. –Yo sé Charles, que a vos no te gusta nada de guerra aunque solo sea puro vedetismo pero lo que más me preocupa es como juegan con la dignidad del ser humano y como han buscado como chivos expiatorios a los inmigrantes para ganar votos ¡Santísima hipocresía!, pero cambiando de tema quisiera comentarte que Margarito está indignado por el cambio de rostros en la Corte Suprema de Justicia en Nicaragua y dice que esto solo puede caber en el cráneo de un caballo y se apresta para realizar hasta una huelga de hambre si el caso lo requiere. –¡Oh Margarito!, ¡oh Inocencio Margarito!, hasta cuándo vas a permitir que te sigan dando cranque los que se han retirado de la vida pública bien cargados con los despojos de la nación y hoy no quieren que nosotros prosperemos con el apoyo del gobierno y quieren que conspiremos contra nuestras instituciones que son producto del esfuerzo y del sacrificio de nuestros gobernantes que han dejado a un lado sus creencias ideológicas para formar parte de nuestra gran familia que no conoce ni de lenguaje ni de fronteras. Yo lo que les puedo decir es que no subestimen al presidente por no estar adornado con títulos. Tiene muchos títulos a su servicio, no lo acusen de no ser intelectual ya que tiene muchos a su servicio, desde catedráticos hasta rectores de universidades, no lo acusen de no ser economista ya que tiene verdaderas lumbreras a su servicio y él mismo es un hombre próspero que ha sabido manejar sus finanzas como un verdadero economista. –Ya basta Charles, dice Javier Isidoro, no tienes que ser un defensor del presidente aquí entre nosotros ya que nadie va a ir a decirle para que recibas las bondades del poder en tus negocios, pero ya que estás leyendo ese libro y basado en las expresiones de Margarito, te recomiendo que leas el país que estaba gobernado por los caballos y tenían a su servicio a los seres humanos degenerados, que se arrastraban y que entre ellos eran soplones y estaban al acecho de las palabras y acciones de los demás. Las mismas ambiciones, insolencias y sobornos los llevaron a convertirse en esclavos, los yahoos cuya presencia era repugnante y despreciable. –Me gusta el cuentecito pero nada tiene que ver con lo que sucede en nuestra patria, dice Charles, ya que hemos como buenos cristianos aprendido a progresar y en las montañas quedaron los burros, en las periferias las casuchas y nuestra ropa y calzados las llevamos desde Miami para demostrar que se puede, se puede. ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! –Por favor no empieces con tu religiosidad, Charles, pero yo sí creo que lo que estamos viviendo es un problema con raíces profundas, dice Javier Isidoro, y radica precisamente en la educación ya que cuando está orientada a conseguir solamente ganancias materiales se pierde la sensibilidad y el humanismo y eso tarde o temprano repercute en la vida social de los pueblos. Donde lo que interesa es la ganancia es que estamos en un profundo problema moral que hunde día a día los valores humanos que deben prevalecer. –Esa es la cuestión, grita Margarito, yo no lo podía explicar pero si todo se maneja para llenar las tripas, para satisfacer los instintos, entonces estamos en un mundo animal y aquí es donde digo que nos gobierna un ¡un caballo con lana! – ¡Qué ignorancia la de ustedes, dice Snob, pero ya sabemos que la ignorancia es atrevida y confunden pragmatismo con servidumbre. Una sociedad de consumo que en su educación sienta las bases para sostener ese sistema con la causa de la perversión del ser humano y piensan erróneamente que llegar más rápido a la meta es un delito, cuando esto puede ser una bendición, que viene desde arriba aunque venga en forma de caballo ya que este sería el medio para que nosotros alcanzáramos nuestro fin de alcanzar la prosperidad en tiempo record, aunque sabemos que esto dará origen a calumnias de todo tipo. Pero no es más que inspirada por la envidia de quienes ya se han revolcado en los panales de miel del poder y fue tanta la miel que cogieron, que les quedó impregnada en el cuerpo y ahora lo tienen lleno de moscas. –Me voy, dice Margarito que tengo que comprar algo para colgarme mi residencia en el pecho ya que si no me la ven me pueden cocear. Se tira la carcajada Mr.Snob y dice “yo también me voy a terminar de leer el cuentecito, pero estoy seguro nada tiene que ver con nuestro caballo chapiollo, instrumento de bondad gubernamental y bendición de todos nosotros.

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