Wednesday, August 18, 2010

¡Votar para botar y algo más!

Camina Margarito con paso firme y decidido al encuentro que sostiene semanalmente con sus amigos, pero en esta ocasión lleva sobre su pecho una especie de condecoración en nada parecida a esas que cubren por vanidad-vanidad de vanidades-los pechos de militares que nunca han librado batalla alguna pero que los distinguen del pueblo y los hacen más iguales. –Mira, mira Javier, dice Charles, viene llegando Margarito y viene vestido de color púrpura y parece como una medalla en el pecho. –Pero ¡si no es medalla!, exclama Javier Isidoro, es simplemente su residencia que la obtuvo después de tanta lucha y después de que lo saquearon cobrándole cantidades excesivas de dinero por mediocres representaciones legales. –No se asusten de verme con mi residencia mostrándola como un adorno o como un trofeo, pero en este mar turbulento se agigantan inmensas olas que pueden tener la fuerza destructiva de un tsunami y nadie hace nada aquí en la Florida por proteger a la población puesto que quienes deberían hacer algo son los mismos que por su ambición lo están provocando cubiertos en llamaradas de encendidos odios. –Con esa camisa color púrpura y con ese trofeo en el pecho de lejos pareces como un Cardenal, pero si lo haces por protección debes tener mucho cuidado porque te puedes librar de las coces de los ojos azules, pero el ambiente para los Cardenales en otras comunidades está que arde, así que te puede salir el tiro por la culata. Aunque a vos parece que te persiguen las coces y te podría tocar escoger entre las coces de los de ojos azules o las patadas de un chapiollo, le dice con una sonrisa maliciosa Mr.Snob. –Yo creo dice Javier Isidoro ,que el asunto que le preocupa a Margarito es bien serio ya que se está desatando una ola cercana a la violencia en contra de la inmigración sin papeles, auspiciada y alentada por quienes deberían ser un puente de unidad, de estabilidad y sobretodo de justicia. –A un lado el romanticismo y dejémonos de sentimentalismos, dice Snob, la hora actual nos convoca a las urnas y hay que apoyar a los que no se han contaminado con la política por ser hombres de empresa y lo más importante, extraordinariamente exitosos, dispuestos a sacrificar millones de dólares de su propia fortuna porque tienen la vocación de servicio. Esta es una virtud respetable y admirable y a estos los encontramos en todas las casillas, están tanto en el lado azul como en el rojo y yo no tengo partido. Estoy donde existe la fuente inagotable de estas riquezas para ponerlas a funcionar y a producir en favor de quienes se lo merecen.-"porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado"-La consigna por lo tanto es ¡votar-votar-votar! –Lamento decirte Charles, que esa gente que hablan mal de la política para que nadie haga política y para que dejemos en sus manos el ejercicio de hacer política son elementos dañinos. Quieren que el ciudadano común y corriente como yo llegue a despreciar la responsabilidad que tiene de participar más activamente en esta actividad más allá de las urnas. Ellos desean y pretenden que dejemos en sus manos la posibilidad de que sean ellos los que dirijan la política pero en contra nuestra y a favor de sus intereses. –A las urnas no se puede ir pensando en colores políticos sino en el bienestar del conglomerado social ya que el arribismo y el cinismo se encuentra en todas partes y eso es lo que debemos saber identificar, le dice Javier Isidoro. –Lo siento entonces por ustedes, dice Charles, siempre desubicados, como con un espíritu suicida nadando contra la corriente pero yo que me debo a la mayoría y estas opiniones se encuentran reflejadas en las encuestas y estas confirman que las leyes en contra de los inmigrantes son bien vistas. Por lo tanto hay que respaldarlas y yo voy a votar por los que quieren botar a toda esta gente que son un reto para nuestro sistema legal. ¡votar para botar! –Puedo entender, dice Margarito, que vos Javier tratarás de votar por el que más hace y no por el que más habla, pero vos Charles votarás por el que representa los grandes y más oscuros intereses y también por aquellos que pretenden llenar las cárceles con millones de indocumentados. Aquellos que hacen creer que tienen la solución en sus manos cuando ellos en su fuero interno saben que lo que hay que arreglar es un sistema quebrado que no responde a las actuales circunstancias. Pero para alegrar los oídos de los que ven con preocupación que no se hace nada, proponen botar, repito botar, a más de dos millones de personas. Yo todavía no voto pero si algún día lo puedo hacer jamás votaría por quienes representan esta demagogia. Y en mi nombre y en el de todos los que no pueden votar les mando este mensaje... – ¿Qué haces Margarito? ¿Por qué levantas la pierna derecha como un cirquero?, exclama Javier, ¿te has vuelto loco? En eso se oye como un rugido ensordecedor: – Trrrrrr-Trrrrrr-Trrrrrrr. Ese es mi voto. –Eso sonó como un juego de pólvora dice Snob, y espero que busques un sastre que te arregle el pantalón ya que se te debe haber ido la costura. Y no olvides que el sastre tenga papeles. ¡Y no hay duda que te salió el tiro por la culata!

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